(RV).- En un encuentro organizado por el Centro de Estudios Teológicos de Sevilla y en el marco de las Jornadas Teológicas que este año llega a su vigésimo primera edición, Mons. Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, reflexionó sobre el tema “El reto de la nueva evangelización”. En la Conferencia animada por los obispos sevillanos, participaron numerosos sacerdotes, religiosos, seminaristas y laicos.
Mons. Fisichella situó la evangelización en la Iglesia como un “mandato” que proviene de Jesucristo, algo que pertenece a su misma naturaleza y que ahora debe ser “nueva” atendiendo al contexto histórico actual, de crisis ética y social que se traduce en crisis de fe. Evangelizar es “transmitir el mensaje de alegría y salvación de Jesús al mundo de hoy”. Destacó además el peligro de que esta “nueva evangelización” pueda quedar reducida a una “fórmula abstracta”, por lo que habría que clarificarla desde el contenido, que radica en la persona de Jesucristo, “el mismo ayer, hoy y siempre”, y desde el método, que es el de la fe, traducida en vida sacramental, liturgia y vida de cariad.
El prefecto del dicasterio para la Nueva Evangelización se refirió a tres términos básicos en la evangelización, tanto para los pastores como para los laicos: la dulzura y el respeto, la comprensión del interlocutor (buscando el bien que éste posee) y la propuesta de Jesucristo en la búsqueda del sentido de la vida, de la muerte y de las cuestiones que marcan la existencia. Se trata de hacer “una nueva antropología a la luz de la cristología”. Al final de su exposición, hizo un resumen de sus palabras en los siguientes términos: “La nueva evangelización parte de la credibilidad del testimonio del creyente y de la convicción de que la gracia actúa hasta convertir el corazón. Un camino que todavía hoy compromete a los cristianos después de dos mil años de nuestra historia.
(Patricia L. Jáuregui Romero – RV)Fuente: Archidiócesis de Sevilla
Mons. Fisichella situó la evangelización en la Iglesia como un “mandato” que proviene de Jesucristo, algo que pertenece a su misma naturaleza y que ahora debe ser “nueva” atendiendo al contexto histórico actual, de crisis ética y social que se traduce en crisis de fe. Evangelizar es “transmitir el mensaje de alegría y salvación de Jesús al mundo de hoy”. Destacó además el peligro de que esta “nueva evangelización” pueda quedar reducida a una “fórmula abstracta”, por lo que habría que clarificarla desde el contenido, que radica en la persona de Jesucristo, “el mismo ayer, hoy y siempre”, y desde el método, que es el de la fe, traducida en vida sacramental, liturgia y vida de cariad.
El prefecto del dicasterio para la Nueva Evangelización se refirió a tres términos básicos en la evangelización, tanto para los pastores como para los laicos: la dulzura y el respeto, la comprensión del interlocutor (buscando el bien que éste posee) y la propuesta de Jesucristo en la búsqueda del sentido de la vida, de la muerte y de las cuestiones que marcan la existencia. Se trata de hacer “una nueva antropología a la luz de la cristología”. Al final de su exposición, hizo un resumen de sus palabras en los siguientes términos: “La nueva evangelización parte de la credibilidad del testimonio del creyente y de la convicción de que la gracia actúa hasta convertir el corazón. Un camino que todavía hoy compromete a los cristianos después de dos mil años de nuestra historia.
(Patricia L. Jáuregui Romero – RV)Fuente: Archidiócesis de Sevilla
El Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
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